Bellas Artes – Un Rato para Imaginar
Angel Vargas

Con el espectáculo “Un rato para imaginar”, las risas de los niños llenaron el escenario.

Cuentos y música quitan solemnidad y desacralizan al Palacio de Bellas Artes.

Con un ambiente más propio de una kermés, la fantasía sólo duró una hora.

El Palacio de Bellas Artes cambió su habitual y excelente solemnidad y se transformó en amable sitio de recreación.  Como toda fantasía fue algo fugaz.  Apenas duró una hora el espectáculo “Un rato para Imaginar”.  Cuentos, música y narraciones protagonizado por el Grupo Cántaro y el actor Mario Iván Martínez.

Los niños disfrutaron de las historias presentadas.  Un rumor de alegría, cuchicheos, ingeniosos comentarios, generosas y estridentes ovaciones cuando Mario Iván y los músicos concluían una de las historias.

El escenario estaba decorado con vistosas flores de papel, gigantes caramelos por doquier y un sol sonriente y los cinco integrantes de Cántaro y Mario Iván Martínez hacían verdaderos malabares de fantasía e imaginación.  Primero una historia porfiriana, la de un chivito que, merced su ingenio y la ayuda de algunas piedritas en unos buñuelos, dejó chimuelo a un lobo aprovechado.  Le siguió la tragicómica anécdota de un insomne ratón.  Y por último el cuento “El Niño de Mazapán”.  Una  especie de pinocho de dulce con corazón de almendra amarga que es redimido por las lágrimas de su madre, personificada por la actriz Margarita Isabel, quien participó como invitada.

Vítores, aplausos y risas pusieron punto final a este encuentro recreativo.  Niños y adultos salieron de la sala con amplias sonrisas.